Testimonios
Vuestras vivencias, lo más importante:
-Clara Barrio-
-Miriam Castaño-
-Marga Almirall-
-Maria Vilas-
-Helena Soler-
-Jalina-
“Ha sido un viaje alucinante. Una travesía a la conexión con el cuerpo, la mente y la emoción.
Volver a conectar con una misma desde el amor, la vulnerabilidad y la consciencia, acompañada por Lucía, una persona increíble que emite luz, amor y energía en cada movimiento, palabra y respiración que hace.
Es una práctica que recomiendo a todo el mundo, pero especialmente a aquellas personas que han perdido la conexión consigo mismas”.
Volver a conectar con una misma desde el amor, la vulnerabilidad y la consciencia, acompañada por Lucía, una persona increíble que emite luz, amor y energía en cada movimiento, palabra y respiración que hace.
Es una práctica que recomiendo a todo el mundo, pero especialmente a aquellas personas que han perdido la conexión consigo mismas”.
-Ari Mendieta-
“Estoy muy agradecida de haber podido formar parte de esta primera Travesía de Autocuidado con Lucía.
Este compromiso conmigo misma me ha permitido, como si de un espejo se tratara, ubicarme dónde me encuentro ahora.
Durante los vídeos diarios podía preguntarme siempre: ¿Cómo estoy? Aunque la respuesta a veces fuera: "hoy no estás para vídeos ni autocuidado, no tienes tiempo así que tómate el café y corre".
Las sesiones me han ayudado a ser más consciente de mi cuerpo, me siento más conectada y eso me permite estar más presente.
La Travesía me ha puesto en evidencia que quiero estar más tranquila y tener más tiempo para mí; que soy autoexigente y tiendo a la rigidez, pero que cuando estoy relajada puedo disfrutar mucho más; que llevamos vidas muy estresantes con ritmos frenéticos y que hay que replantear estas estructuras que no nos dejan espacio para podernos dedicar un espacio de autocuidado diario.
Ha sido una semilla para poder seguir trabajando el poder priorizarme cuando lo necesite, respetarme y permitirme ser la protagonista de mi vida.
El acompañamiento de Lucía me ha aportado mucha confianza y amor, es una gran profesional y tiene una empatía increíble. Muchas gracias!♥️”.
Este compromiso conmigo misma me ha permitido, como si de un espejo se tratara, ubicarme dónde me encuentro ahora.
Durante los vídeos diarios podía preguntarme siempre: ¿Cómo estoy? Aunque la respuesta a veces fuera: "hoy no estás para vídeos ni autocuidado, no tienes tiempo así que tómate el café y corre".
Las sesiones me han ayudado a ser más consciente de mi cuerpo, me siento más conectada y eso me permite estar más presente.
La Travesía me ha puesto en evidencia que quiero estar más tranquila y tener más tiempo para mí; que soy autoexigente y tiendo a la rigidez, pero que cuando estoy relajada puedo disfrutar mucho más; que llevamos vidas muy estresantes con ritmos frenéticos y que hay que replantear estas estructuras que no nos dejan espacio para podernos dedicar un espacio de autocuidado diario.
Ha sido una semilla para poder seguir trabajando el poder priorizarme cuando lo necesite, respetarme y permitirme ser la protagonista de mi vida.
El acompañamiento de Lucía me ha aportado mucha confianza y amor, es una gran profesional y tiene una empatía increíble. Muchas gracias!♥️”.
-Martina Rogers-
“Todos los talleres de Lucía a los que he asistido (movimiento consciente, danza, práctica actoral...) han sido para mí experiencias formativas y de disfrute potentísimas.
Lucía diseña cada sesión de manera consistente y las realiza teniendo del todo presente a cada participante y al grupo como tal.
Lucía es una persona muy vital. Su facilidad para el movimiento combinada con esa energía positiva que transmite con tanta simpatía y expresividad hacen que entremos en sus propuestas con gusto y que las valoremos con auténtico agradecimiento”.
Lucía diseña cada sesión de manera consistente y las realiza teniendo del todo presente a cada participante y al grupo como tal.
Lucía es una persona muy vital. Su facilidad para el movimiento combinada con esa energía positiva que transmite con tanta simpatía y expresividad hacen que entremos en sus propuestas con gusto y que las valoremos con auténtico agradecimiento”.
-Natalia Palomar-
“Los talleres con Lucía son espectaculares. Desde el momento cero me sentí súper cómoda de poderme mover y hacer lo que mi cuerpo me pedía, porque es muy fácil poderlo hacer siguiendo sus sugerencias. Me encanta esta capacidad creativa que ella ofrece, sus dinámicas te ayudan a fluir, ser y sentirte libre, siempre con mucha escucha y respeto.
Lucía tiene una energía muy especial y desprende mucho optimismo y vitalidad. Es capaz de crear un bonito ambiente, sea con el grupo que sea y donde sea. Es una persona muy empática y observadora, y sabe detectar las necesidades presentes en cada momento.
Sus talleres son terapéuticos, sales mucho mejor de cómo habías llegado. Un auténtico placer haber coincidido con ella y haber podido disfrutar de su técnica y sabiduría tanto tiempo. ¡Os la recomiendo totalmente!”
-Laura Tutusaus-
“Con Lucia he participado en sus talleres de afro-fusión y ha sido una experiencia fantástica! He disfrutado del movimiento de cada parte de mi cuerpo, de la selección de música, de sus consignas tan vinculadas a la tierra y a la naturaleza, y de su alegría infinita que te hace gozar al máximo y consigue que aflore lo mejor de ti en cada sesión”.
-Cristina Gil-
"El tiempo que he realizado trabajo corporal y de movimiento con Lucía ha sido siempre un espacio seguro de expresión y conciencia corporal. Sabe observar y trabajar con tu cuerpo desde el no juicio, potenciando la libertad expresiva y tus necesidades en cada momento. ¡Una gran profesional! ¡La recomiendo siempre!”
-Maria Jover-
“¡Fantástica experiencia! Las clases que realicé, guiadas por Lucía, me daban una gran
sensación de bienestar. No se trataba de hacer sólo ejercicio, consciencia corporal o danza, eran un mix de todo ello que armonizaba el cuerpo y la mente, y por eso salía renovada. ¡Gracias Lucía!”
-Marisa Guàrdia-
"Las clases de la Lucía son LUZ, como ella. En una Barcelona que va a 200 km/h, individualista i que me costaba mucho encontrar mi raíz, ella y el grupo que se creó me ayudó a encontrarla. Las propuesta que proponen te hacen dejar ir todo aquello que pesa: ansiedad, estrés, miedo, inseguridad... Y te hacen conectar a otras virtudes que llevas dentro: diversión, niñez, improvisación y no control, vínculo con la otra persona, con los cuerpos, con la música y el movimiento.
Cuando conocí a Lucía yo estaba pasando por una depresión que a hasta hace poco tiempo me ha costado ponerle nombre. Sus clases fueron momentos MUY importantes en este proceso y recuerdo que me movieron muchísimo. Me hicieron dejar de estar un poco menos congelada y activar mi cuerpo y emoción. Me permitían tener un espacio de amorcito conmigo misma disfrutándome como bailaba y era capaz de crear, a la vez que me ayudaron a conectar de nuevo con nuevos vínculos de personas. Cada semana esperaba volver a llegar a ese espacio y volver a bailar improvisando al ritmo de música afro. Entre semana, me ponía las canciones que Lucia nos compartía y, de vez en cuando, me encontraba a mi misma bailando estos ritmos en el metro y caminando por las ocupadas calles barcelonesas.
Esta experiencia ha sido un regalito que me llevo conmigo y, a día de hoy, sigo poniéndome música afro y improvisando sola en mi habitación acordándome de los movimientos que nos introdujo Lucía.”
Cuando conocí a Lucía yo estaba pasando por una depresión que a hasta hace poco tiempo me ha costado ponerle nombre. Sus clases fueron momentos MUY importantes en este proceso y recuerdo que me movieron muchísimo. Me hicieron dejar de estar un poco menos congelada y activar mi cuerpo y emoción. Me permitían tener un espacio de amorcito conmigo misma disfrutándome como bailaba y era capaz de crear, a la vez que me ayudaron a conectar de nuevo con nuevos vínculos de personas. Cada semana esperaba volver a llegar a ese espacio y volver a bailar improvisando al ritmo de música afro. Entre semana, me ponía las canciones que Lucia nos compartía y, de vez en cuando, me encontraba a mi misma bailando estos ritmos en el metro y caminando por las ocupadas calles barcelonesas.
Esta experiencia ha sido un regalito que me llevo conmigo y, a día de hoy, sigo poniéndome música afro y improvisando sola en mi habitación acordándome de los movimientos que nos introdujo Lucía.”
-Silvia Fernández-
-Miriam Castaño-
-Helena Soler-
"Empezar a bailar en las clases de Lucía fue reconectar con mi cuerpo de una manera nueva y preciosa. Moverme, dejarme llevar, fluir… Sin importar si era bonito o no.... sentir, sentir el cuerpo en movimiento, la conexión con las compañeras, la mirada, el tacto, el ritmo, la complicidad. Acuerparnos. Bailar cada una a su onda y también juntas. Reírnos y emocionarnos. Todo desde el máximo respeto. Sentir que sanaba poco a poco, porque al moverme, también las emociones se movían y se iban resituando por dentro”.
-Lucía Mendoza-
“Cuando pienso en la danza con Lucía mi cuerpo vibra de nuevo, creo que los ojos se me abren, brillan fuerte y no puedo evitar sonreír. ¡Sus clases eran una de mis grandes motivaciones de la semana! La energía y el movimiento que allí compartíamos me regalaba una gran descarga y salía de la clase con nuevas cualidades y descubrimientos corporales: serena, arraigada, revitalizada, feliz, poderosa. Lucía generaba el espacio de movimiento y fuerza, de contención y amor que te permitía ser tú y bailarte con todo. Me siento afortunada de haber formado parte de sus sesiones y feliz de que todo lo que allí viví todavía vibra dentro de mi cuerpo. De verdad, esta mujer es pura danza y una gran acompañante para hacerte bailar con espíritu y mucha tierra.”
-Alba Bosch-
“Para mí, las sesiones de danza con Lucía han sido una fuente de reconexión y creatividad, de poner consciencia sobre el cuerpo y la mente, cosa que en el día a día suelo pasar por alto. Su energía es positiva, tierna, energética y muy respetuosa. Siempre deja lugar a abrirte con sinceridad, tanto con ella, con el grupo y contigo misma. Recomiendo muchísimo compartir un espacio con ella y su danza, que se mueve al ritmo de la naturaleza”.
-Anna Aymerich-
"Lucía tiene capacidad para generar rápidamente un clima de seguridad y confianza grupal que me permitió abrirme y explorar mi propio movimiento. De aquellos talleres en los que he participado con ella me llevo más consciencia corporal, y sobretodo más confianza en mi cuerpo, acoger aquello que emerge de él sin juzgarlo”
-Helena Fernández-
“Lucia es un sol que brilla e irradia energía, positivismo y pasión!
Tiene el don de iluminar todo lo que hace y propone… mi experiencia en sus talleres fue magnífica. La recomiendo mil y una veces!! Ella hace las cosas con amor, pasión y desde el corazón. Infinitamente agradecida a todo lo que movió tanto por fuera como por dentro de mí. ¡Gracias bonita!”
Tiene el don de iluminar todo lo que hace y propone… mi experiencia en sus talleres fue magnífica. La recomiendo mil y una veces!! Ella hace las cosas con amor, pasión y desde el corazón. Infinitamente agradecida a todo lo que movió tanto por fuera como por dentro de mí. ¡Gracias bonita!”
-Judit Campiña-
"Primero participé en talleres de afro-fusión con Lucía y me alucinó tanto su forma de conectar símbolos, la naturaleza y el cuerpo que la he seguido en sus talleres de yoga también. ¡Tiene una luz especial! ”
-Ana Martín-
“He realizado talleres de danza con Lucía durante muchos años en Barcelona. Su forma de trabajar con el cuerpo y el movimiento ha sido una enseñanza vital para mí, he aprendido a relacionarme de una forma distinta con mi cuerpo y mi movimiento. Las clases de danza con Lucía no son solo sesiones de danza, son sesiones para conectar con la libertad y las posibilidades de tu propio cuerpo, además de sudar y hacer ejercicio!
También he participado en una edición del Viaje corporal a Tenerife en el que mezclamos Danza, Yoga, ejercicios de confianza, de descubrimiento sensorial y del entorno. Fue una experiencia maravillosa que repetiría encantada. En definitiva, recomiendo mucho sus sesiones porque permiten explorar y amar el propio cuerpo y todas sus posibilidades”.
También he participado en una edición del Viaje corporal a Tenerife en el que mezclamos Danza, Yoga, ejercicios de confianza, de descubrimiento sensorial y del entorno. Fue una experiencia maravillosa que repetiría encantada. En definitiva, recomiendo mucho sus sesiones porque permiten explorar y amar el propio cuerpo y todas sus posibilidades”.
-Marga Almirall-
“Salgo de clase de danza con Lucía, como siempre muy relajada. Hemos activado todas las articulaciones emulando ser una cuerda que a veces se pone rígida para convertirse en palo. Ha sido un juego de flexibilidad, aunque a veces me sentía torpe, era un espacio libre de juicios. La mente juega un papel importante al conseguir con la respiración vaciarnos de todo aquello que nos sobra y después llenarnos de energía para toda la semana. En fin, sus clases siempre tienen un elemento a seguir. Hoy era una cuerda, otro día una esponja, otro los cuatro elementos: agua, aire ,tierra y fuego... ¡Siempre una experiencia muy enriquecedora! Gracias, Lucía.”
-Isabel Tarradellas-
“En el taller de danza Afro-fusión me encantó la propuesta de dejarnos llevar, desde la libertad, sin juicio alguno, con el acompañamiento de música africana mezclada con otros estilos. Lucía nos permitió conectar con nosotras mismas y con el grupo, explorando de forma creativa y divirtiéndonos. Recuerdo sorprenderme de pasar por distintas fases energéticas y que me perdurara esa energía revitalizante en el cuerpo".
-Paula Ferrer-
"Empaparme de Lucía y de lo que ella comparte a través de su cuerpo, su danza y su alma, es conectar con la vida desde la alegría más pura, desde una vitalidad muy genuina que me contagia y me ayuda a encontrar eso mismo en mí.
Conectar con mi propio cuerpo a través de sus propuestas es aprender, también, a educar mi mirada en relación a cómo me siento, me observo, me vivo... Veo en Lucía un amor tan incondicional que aceptar, respetar y gozar mi cuerpo se vuelven un auténtico viaje, un maravilloso viaje…"
Conectar con mi propio cuerpo a través de sus propuestas es aprender, también, a educar mi mirada en relación a cómo me siento, me observo, me vivo... Veo en Lucía un amor tan incondicional que aceptar, respetar y gozar mi cuerpo se vuelven un auténtico viaje, un maravilloso viaje…"
-Miriam Castaño-
“Durante unos años participé en un grupo de mujeres al que llamamos dansaires. Buscábamos tener una actividad corporal para movernos, hacer ejercicio de forma lúdica, y poder estar en forma. Le pedimos a Lucía que nos hiciera de monitora, animadora, estimuladora de ese grupo. No nos salió nunca llamarle profesora pq ella misma se situaba en un plano de cercanía e igualdad, aunque todas fuéramos conscientes de su enorme inteligencia y formación en el campo del movimiento corporal y el bienestar global de la persona.
Para mí esa experiencia grupal dirigida y acompañada por Lucía, marcó un antes y un después en mi experiencia vital. Los miércoles me levantaba con un especial buen rollo y alegría, pq de tardecita teníamos el grupo dansaires. Nunca he sido deportista pero iba a esa actividad muy motivada, cada miércoles con especial ilusión por el grupo. Me atrevo a decir que Lucía nos marcó a todas. Con su buen hacer, su fina atención a cada una, su manera de enseñarnos a mover, su aportarnos ejercicios y prácticas sencillas que aún hoy (ha pasado casi una década) tengo en cuenta, cuando cocino, cuando voy caminando, cuando estoy sentada horas en el despacho...). Ejercicios sencillos pero valiosos que me ayudan a ser consciente de mi cuerpo, a cuidarlo, a respetarlo sin forzarlo, a escucharlo porque sin duda el cuerpo habla, etc.
La presencia y acompañamiento de Lucía, con su sonrisa, su ternura, sus buenas músicas, su atención particular y su respeto a las condiciones particulares de cada una, sus bailes... era un bálsamo para todas. Desde el inicio de la actividad hasta la relajación final, luego de una hora generosa de actividad en la que sentíamos que trabajábamos mucho y acabábamos cansadas y felices. Un bienestar para el cuerpo y para el espíritu. Todas las que formamos parte de ese grupo de dansaires, lo añoramos y añoramos a Lucía”.
Para mí esa experiencia grupal dirigida y acompañada por Lucía, marcó un antes y un después en mi experiencia vital. Los miércoles me levantaba con un especial buen rollo y alegría, pq de tardecita teníamos el grupo dansaires. Nunca he sido deportista pero iba a esa actividad muy motivada, cada miércoles con especial ilusión por el grupo. Me atrevo a decir que Lucía nos marcó a todas. Con su buen hacer, su fina atención a cada una, su manera de enseñarnos a mover, su aportarnos ejercicios y prácticas sencillas que aún hoy (ha pasado casi una década) tengo en cuenta, cuando cocino, cuando voy caminando, cuando estoy sentada horas en el despacho...). Ejercicios sencillos pero valiosos que me ayudan a ser consciente de mi cuerpo, a cuidarlo, a respetarlo sin forzarlo, a escucharlo porque sin duda el cuerpo habla, etc.
La presencia y acompañamiento de Lucía, con su sonrisa, su ternura, sus buenas músicas, su atención particular y su respeto a las condiciones particulares de cada una, sus bailes... era un bálsamo para todas. Desde el inicio de la actividad hasta la relajación final, luego de una hora generosa de actividad en la que sentíamos que trabajábamos mucho y acabábamos cansadas y felices. Un bienestar para el cuerpo y para el espíritu. Todas las que formamos parte de ese grupo de dansaires, lo añoramos y añoramos a Lucía”.
-Elena Ricart-
“He asistido a los talleres de Afro-fusión con Lucía durante 4 años. Era mi cita semanal con mi cuerpo. Un espacio necesario para mirarme hacia dentro, para expresarme con el cuerpo y para sentir y explorar el movimiento. Sus clases me han permitido reconciliarme con mi cuerpo, tomar consciencia, conocerme mejor y conectar con otras personas desde la danza y el placer. Ha sido un regalo poder contar con este espacio tan necesario para cuidarme y activar mi energía. Me llevo conmigo muchas herramientas para estar mejor conmigo misma y con el mundo”.
-Martina Rogers-